Tengamos en cuenta que es conveniente mantener al día la documentación de la casa o apartamento de nuestra familia o la propia, por ese motivo a continuación vamos a describir algunas situaciones que se nos pueden presentar y como prevenirlas con el objetivo de vender o hipotecar en algún momento una propiedad inmueble.
Caso A
Como consecuencia del fallecimiento de algunos de nuestros padres con casa propia, es importante iniciar la sucesión ya que si la realizamos en el tiempo establecido, nos evitaremos pagar recargos e inclusive tener algún beneficio por parte de las instituciones gubernamentales pertinentes si corresponde. Por lo tanto, en este sentido no conviene esperar que fallezcan los dos progenitores para abrir sucesión. Esto es necesario hacerlo aunque seamos hijos únicos, porque sólo el juez puede acreditar cuales son los bienes y quiénes son los herederos legítimos.
Debemos tener en cuenta que en cualquier caso al hacer alguna hipoteca o venta de un inmueble se necesitan las firmas de todos los herederos del bien y del conyugue, salvo que exista separación de bienes o este haya sido adquirido antes de la unión conyugal. Cabe recordar que todos los firmantes deben ser mayores de edad, estar plenos en sus facultades mentales y ser informados oportunamente por el profesional interviniente, que en ocasiones puede exigir un certificado médico que acredite su capacidad para entender el acto y firmar. En ciertos casos puede firmar un tutor legal debidamente acreditado por un juez.
Caso B
En el caso que hayamos comprado un terreno y edificado, éste tiene que estar totalmente pago y escriturado, aunque la edificación no se encuentre regularizada ya que hay posibilidades de hacerlo cuando se solicite la hipoteca o antes de vender.
Caso C
Deben estar pagos los impuestos de contribución inmobiliaria, primaria y gastos comunes al día, sin embargo en alguna situación particular se pueden regularizar a través de un convenio o ampliación del préstamo hipotecario.En conclusión el ser ordenados y disciplinados con la documentación de nuestros bienes, nos permite en momentos puntuales en los que necesitamos hipotecar o vender rápido, obtener efectivo que nos permita hacer frente a una situación inesperada o planificada de inversión.